Pues vamos

Esta es una entrada extra, no corresponde a ninguna clase. Lo estoy publicando porque como les mencioné en la entrada anterior nos fuimos de viaje de borrachos... digo, viaje enológico a Querétaro. Así que aquí les van los detalles:

Fuimos casi todos los del grupo, lo cual fue muy bueno porque nos llegamos a conocer un poco mejor y convivimos más de cerca, ya sabemos quiénes son los borrachos, los desastrosos, etc; les juro que yo no pertenezco a ninguno de estos grupos!

Visitamos dos bodegas en el Valle de Bernal en Querétaro. Les platico, resulta que México tiene a Ensenada y a Querétaro como dos de las zonas productoras de vino más importantes del país. Hay algunas otras más pequeñas, sin embargo estas son las más conocidas. Aquí tienen algunos datos de la región. Sólo para especificar, se considera que se practica la viticultura extrema por las características del clima del Valle de San Juan: se encuentra a 1970m sobre el nivel del mar, cuenta con un clima semi-desértico, con una temperatura promedio anual de 16.7C y precipitación pluvial de 287mm de agua. Así que difiere bastante de otras regiones viticultoras.

Valle de Bernal, Querétaro, México.

Visitamos dos bodegas. La primera es San Juanito, una bodega muy nueva y pequeña productora de vinos. Es un negocio familiar que apenas va arrancando pero ya tiene muy buenos resultados y ha producido vinos de muy buena calidad y ganadores de diferentes medallas.

San Juanito, Querétaro, México.

La bodega es muy bonita y elegante. Se nota, como siempre, que los dueños realmente aman lo que hacen y le tienen mucho cariño a sus vinos y vides. 

Bodega de San Juanito, Querétaro.

Probamos varios vinos, la verdad no les tomé foto a todos porque estuvo un poquito desorganizado el asunto, creo que éramos muchos para la cantidad de empleados que tienen. Pero bueno, entre los que probamos estaban:

Cata de Vinos, San Juanito, Querétaro, México.


  1. Malbec directamente de barrica: muy afrutado, con un color púrpura muy intenso. Aún le faltaba madurar pero se encontraba en la barrica, así que ahí que se quede otro rato.
  2. Vino rosado: Era un vino color salmón muy fresco. La verdad es que el sabor no era muy bueno, me recordó a ciertos jarabes para la tos que por cierto no sirven para nada. Aparentemente era un sabor a reducción y por ende un defecto. A nadie le gustó para ser sinceros.
  3. Un Syrah/Malbec. Estaba bastante bueno la verdad, compré una botella (aunque sentí la presión de la señorita encargada para que compráramos vinos). Tenía un color rojo granate brillante con reflejos púrpura; tenía también cubitos de bitartratos de potasio. En nariz con notas de frutos negros, fruta madura y ahumados, sobresalían sus 13 meses de barrica. 
  4. Este fue un Malbec 95%/Syrah 5%. Era un vino con 13 meses en barrica 50% de roble americano y 50% de roble francés. Era un vino limpio, brillante, con ribetes color ladrillo. En nariz tenía fruta negra madura, se notaba la barrica y ciertas notas vegetales. Muy balanceado en boca.
  5. El último fue un vino rosado espumoso, muy rico, con burbuja mediana, muy fresco.
Después de San Juanito fuimos a Freixenet. Teníamos que ir ya que nuestro Director es el Sommelier a cargo en esta finca, es decir, tenemos palancas

Finca Sala Vivé, Freixenet, Querétaro, México.

Bueno, Freixenet es una súper compañía muy famosa a nivel mundial que se encarga de producir Cava, el vino espumoso producido en Cataluña, se acuerdan? Así que es todo lo contrario a San Juanito porque ellos ya tienen bastante poder y una producción gigantesca. Aquí tengo una foto de los vinos que catamos. No los voy a señalar porque no están en el orden correctos... perdón una vez más.

Cata de Vinos, Freixenet, Querétaro, México.

  1. El primer vino que probamos fue uno de recibimiento, espumoso rosado, semi-seco, muy rico y muy fresco.
  2. El segundo fue un vino Brut de la línea Petillant de la finca. Tenía bastante frutalidad y ciertas notas de fermento, con burbuja robusta que picaba en boca.
  3. El siguiente vino fue un Brut-Nature en el cual se notaba más la intensidad de la barrica, con cierto sabor a migajón y un dejo de amargor. La burbuja era aperlada fina, constante en boca, de buena permanencia.
  4. Posteriormente catamos un vino tinto Malbec + Tempranillo, era un vino muy joven, 2017. Con fruta desbordad a en nariz, ciertas notas herbales y vegetales también. Tenía 2 meses en barrica de cuarto uso por lo cual la presencia de la misma era muy tenue. Le sobraba un poco de acidez.
  5. El último vino fue un Cabernet 2013. Tenía barrica muy afinada y elegante. Con cierta nota láctea en nariz, fruta madura y de humedad. En boca era muy tánico con acidez leve. 

Aquí se termina el viaje. Estuvo bueno, aunque si quieren que sea sincera a mí me quedaron a deber un poco. Por qué? Porque he realizado otros viajes enológicos en los cuales nos han explicado más a detalle las cosas, y somos un grupo de estudiantes de sommeliería así que esperaba más interacción con el proceso de la producción del vino, ver las cosas en directo y a los trabajadores ensuciándose literalmente las manos. Hace como 4 años fui a Freixenet y el concepto no ha cambiado nada, creo que de hecho estuvo mejor en aquella ocasión el tour que en esta. Ya conozco hasta al señor del restaurante que cuenta siempre la misma historia de la Paella y la Torta Española. No tengo duda de que es un gran chef y mis respetos sinceramente, pero creo que podría haber variedad. Ah! Y qué creen? Terminé comiendo pan con queso porque es imposible encontrar alimentos para vegetarianos en ese lugar. 

Aún así me la pasé bien, me divertí y aprendí cosas nuevas. Si quieren ver más fotos, están aquí.


Sanon!

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